Jorge "Che" Bergoglio. Imagen elaborada por Grok, herramienta de X.
“La esencia del periodismo es dramática. El periodista auténtico oculta lo suyo y revela lo ajeno; reúne en sí las vibraciones dispersas y las transmite; semejante al cómico, desaparece bajo la realidad que nos transfiere.”
AVANCE INFORMATIVO. Por su relevancia, ofrecemos la traducción de un artículo del vaticanista Michael Haynes para el portal de Internet Lifesitenews, sobre los continuados insultos lanzados por el Papa Francisco a los fieles católicos que según él sufren un desequilibrio mental que pondría en evidencia el amor de estos por la liturgia tradicional, o misa del Vetus Ordo. Francisco, en este nuevo ataque gratuito, asimila la misa Tradicional a la misa en Latín mientras que no tiene mucho que ver una cosa con la otra.
Así, en la "esperada" autobiografía nos ofrece el Papa actual un cóctel de despropósitos en un breve libro (breve, no cuenta casi nada de su vida, y se contradice a sí mismo en afirmaciones anteriores, y a biógrafos suyos autorizadísimos). El papado de Francisco ha terminado, ha perdido toda autoridad moral dividiendo al Pueblo de Dios. "El que divide", es el nombre aplicado al Demonio: "Diablo". Bergoglio está queriendo como ganar tiempo en el rol para el que se le ofreció el mundo, como el diablo a Cristo en la tentación del desierto. Y titula groseramente su autobiografía "Esperanza". Mata en ella sin embargo, la poca esperanza del Pueblo de Dios en el liderazdo de este Papa.
En una siguiente Entrada ofreceremos la traducción de los más de doscientos comentarios en pocas horas, que refleja, si más no, la sensibilidad de los católicos y algunos no-católicos en Estados Unidos de Norteamérica sobre Jorge Bergoglio.
Buena lectura.
Jacques Pintor
Un Papa embajador de sí mismo
ESTE ARTÍCULO SE PUBLICA POR PRIMERA VEZ EL 16 DE ENERO DE 2025
Continúan los insultos al Pueblo de Dios ahora en su "autobiografía". El Papa Francisco acusa a los jóvenes sacerdotes católicos que prefieren la misa en latín de tener un "desequilibrio mental"
Aquí el artículo original de Michael Haynes,
El Papa Francisco ha renovado sus frecuentes críticas a los católicos jóvenes devotos de la misa en latín, acusándolos de practicar un "retroceso" y de caer en una "mundanidad sectaria" en su nuevo libro autobiográfico Esperanza, publicado el martes.
CIUDAD DEL VATICANO (LifeSiteNews) — El Papa Francisco emitió nuevas críticas hacia los seguidores de la misa tradicional, acusándolos de practicar el "retroceso" y de promover una "mundanidad sectaria".
"Desde un punto de vista sociológico, es interesante considerar el fenómeno del tradicionalismo, este ‘retroceso’ que regresa regularmente cada siglo, esta referencia a una supuesta época perfecta que siempre resulta ser otra época", comentó el Papa Francisco.
Estas palabras forman parte de su reciente autobiografía Esperanza, publicada el martes, en la que el Papa reiteró sus habituales críticas hacia los jóvenes católicos devotos de la misa en latín, describiéndolos como "rígidos".
"Se ha establecido que la posibilidad de celebrar la misa en latín, siguiendo el misal anterior al Concilio Vaticano II, debe ser expresamente autorizada por el Dicasterio para el Culto Divino, que solo la permitirá en casos especiales", afirmó Francisco, aludiendo a su documento de 2021 Traditionis Custodes.
El motivo de imponer restricciones tan amplias sobre la liturgia antigua, según el Papa, fue “porque no es saludable que la liturgia se convierta en ideología”.
Comentando sobre el fenómeno en rápido crecimiento de jóvenes católicos que asisten a la misa tradicional, como ocurre en la peregrinación de Chartres, Francisco añadió:"Es curioso observar esta fascinación por lo que no se comprende, por lo que parece algo oculto, y que también parece, en ocasiones, interesar a las generaciones más jóvenes".
El pontífice, de 88 años, acusó a los devotos de la misa en latín de preocuparse únicamente por las apariencias externas, en lugar del contenido de la liturgia o la práctica de la devoción:"Esta rigidez suele ir acompañada de confecciones elegantes y costosas, encajes, adornos sofisticados, roquetes. No es un gusto por la tradición, sino una ostentación clerical, que no es más que una versión eclesiástica del individualismo. No es un regreso a lo sagrado, sino todo lo contrario: a la mundanidad sectaria".
Sin detenerse en esta condena generalizada, Francisco amplió el tema sugiriendo que la devoción a la misa en latín podría revelar la posibilidad de un "desequilibrio mental":"Estas formas de vestirse a veces ocultan un desequilibrio mental, una desviación emocional, dificultades de comportamiento, un problema personal que puede ser explotado".
Hizo referencia a cuatro ocasiones en Italia y Paraguay en las que "el papado tuvo que intervenir en este problema", específicamente en diócesis que aceptaron seminaristas ya rechazados de otros seminarios. "Cuando esto sucede, generalmente hay algo que no está bien, algo que lleva a las personas a ocultar su propia personalidad en ambientes cerrados o sectarios".
Críticas al Papa. El autor y liturgista Dr. Peter Kwasniewski comentó sobre las declaraciones del Papa, señalando que "Francisco está desesperadamente desconectado del creciente deseo por la reverencia, la sacralidad y la belleza". "No se trata de adornos superficiales", dijo Kwasniewski, "se trata de un encuentro espiritual significativo con el Señor de la gloria en un mundo enloquecido por el utilitarismo y el materialismo. El racionalismo de los años setenta está a plena vista cuando admite que no puede entender por qué alguien querría una forma de culto que no pueda ser comprendida completamente de manera inmediata". "Uno se pregunta si cree que Dios es incomprensible; si hay espacio para el misterio en la cosmovisión de Bergoglio", concluyó.
De manera similar, el Dr. Joseph Shaw señaló que "el Papa Francisco se basa en estereotipos bastante anticuados para entender el fenómeno tradicionalista: creo que su noción de ‘rigidez’ deriva de la idea de una ‘personalidad autoritaria’ popular en los años setenta, pero desarrollada en los cuarenta". "Detrás de esto hay una renuencia a aceptar que la historia ha avanzado: hoy, el interés por la tradición no es aferrarse a lo familiar y seguro, sino la máxima rebelión contra el establishment", agregó Shaw, quien preside la Latin Mass Society de Inglaterra y Gales y Una Voce Internacional. "Por la misma razón", añadió, "las personas que gastan las sumas más grandes en vestimentas hoy no son tradicionalistas, sino aquellas que tienen acceso a los recursos de la Iglesia institucional, como se vio recientemente en la reapertura de Notre Dame en París".
Contexto del libro. Escrito junto al periodista italiano Carlo Musso durante varios años, el libro Esperanza estaba originalmente planeado para publicarse después de la muerte del Papa, pero Francisco decidió lanzarlo durante este Año Jubilar de la Esperanza. Sin embargo, sus comentarios difícilmente fomentarán alegría o esperanza entre el creciente —y mayoritariamente joven— número de católicos devotos de la misa en latín por su sustancia.
Durante la peregrinación anual de la misa en latín a Roma, una joven peregrina francesa comentó a este corresponsal que este evento específico les permite a los católicos "expresar su lealtad a Jesucristo". Citando la amplia representación nacional de la peregrinación, afirmó que "muestra la unidad de todos los cristianos, independientemente de sus países de origen y de sus inclinaciones políticas". "Al final", concluyó, "todos estamos unidos en Jesucristo Nuestro Señor".
Este tipo de ataques papales hacia los católicos de la misa en latín no son nuevos. Francisco ha vilipendiado regularmente a sacerdotes jóvenes y seminaristas como "rígidos" en numerosas ocasiones. En una de ellas, el Papa sugirió que los clérigos que optan por vestimentas clericales más tradicionales, como sotanas y sombreros clericales, poseen un "clericalismo rígido", detrás del cual hay "graves problemas".
Dado este tipo de retórica, las restricciones de 2021 y posteriores a la misa en latín no son sorprendentes. Incluso se rumoreó que más restricciones podrían ser promulgadas el verano pasado, con un documento listo para la firma del Papa. Sin embargo, tras una avalancha de apoyo público de grupos e individuos, el texto nunca se publicó. A pesar de esto, persisten numerosas restricciones, y estadísticas recientes muestran que el Vaticano solo permitió 60 iglesias parroquiales en todo el mundo celebrar una misa tradicional en 2022.
Francisco es un hombre inestable emocionalmente según manifestó en su momento el padre Kolvenback, dejando dicho que no le quería en ningún sitio de toma de decisiones. El lector juzgue.
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