COBO, ARZOBISPO DE MADRID, CÓMPLICE DE ABUSOS SEXUALES Y DE VULNERABLES EN UNA PARROQUIA
"Quod licet Iovi, non licet bovi" (Lo que está permitido a Júpiter, no está permitido a un buey).
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La actitud del obispado de Madrid al convocar en los últimos meses repetidos encuentros del obispo auxiliar Jesús Vidal con la supuesta amante del cura de la parroquia de San Juan de Dios en Vallecas, Gonzalo Ruipérez, sin que haya habido un cambio significativo en la situación durante un período de diez meses, plantea serias dudas sobre la eficacia, la transparencia y la integridad de la gestión eclesiástica. La falta de acción, combinada con el conocimiento previo de la existencia de los hijos del cura, que son seminaristas en Madrid habiendo cambiado su apellido para mantener las apariencias, sugiere una preocupante tendencia hacia la tutela institutional a expensas de la justicia y el bienestar de la comunidad. Esta situación requiere una revisión crítica y una intervención decidida para corregir el rumbo y restaurar la confianza en la autoridad eclesiástica. En el punto 2 (ver Drectorio "En Esta Entrada" o ir a Punto 2) mostramos las copias de pantalla de la gran mayoría de los correos. Tenemos que una mujer, amante del cura durante 9 años, ahora se queja de que su amante cura es un sinvergüenza y que no tiene honor.
Buena lectura.
Jacques Pintor
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EN ESTA ENTRADA:
1. La gestión de la crisis y actitud del Obispado frente al caso del cura abusador de jóvenes mujeres en San Juan de Dios en Vallecas
2. El contenido de los Corres Electrónicos entre el Arzobispado de José Cobo y la amante del cura de Vallecas
3. Transcripción de las fotografías de los correos
4. Reflexión final sobre la gestión eclesiástica
ESTE ARTÍCULO SE ACTUALIZA EL DÍA 18 DE OCTUBRE DE 2024
Del escandaloso caso del cura abusador de jovencitas vulnerables de su parroquia de Vallecas, Gonzalo Ruipérez, quien ha mantenido una relación sexual de años con una de ellas. Protegido por el Arzobispo de Madrid monseñor José Cobo por razones desconocidas (al igual que ocultan la identidad de sus dos hijos tenidos con dos mujeres distintas, que para más INRI son seminaristas del Seminario Conciliar de Madrid), la iglesia española ahora los abusos continuados a lo largo de años del cura Gonzalo.
Del caso Gonzalo Ruipérez venimos informando detalladamente en dos Entradas anteriores,
1. La dolosa gestión de la crisis y deplorable actitud del Obispado de Madrid: la amante durante nueve años del cura de Vallecas
La crisis, como es de esperarse en casos de esta naturaleza, ha permeado a la esfera pública debido a la falta de manejo adecuado por parte del Arzobispo José Cobo. Como gestión de crisis, esta ha sido nefasta, con una notable carencia de habilidad para redireccionar la situación.
Aceptación de la Denuncia y Falta de Acción:
Admisión de la denuncia: El hecho de que el obispado haya admitido las conversaciones con la supuesta amante del cura indica un reconocimiento de facto de la gravedad de las acusaciones. No obstante, la falta de acciones tangibles tras la admisión de estas denuncias durante un prolongado periodo de diez meses sugiere una actitud de pasividad o ineficacia en la respuesta a la situación.
Inacción prolongada: La ausencia de medidas disciplinarias o cambios notables en la situación del cura, a pesar de las acusaciones y del conocimiento del obispado sobre los hijos del sacerdote que son o han sido seminaristas en Madrid y tal vez ya ordenados presbíteros, resalta una desconexión entre el reconocimiento del problema y la voluntad de solucionarlo. Este patrón de inacción puede ser percibido como un intento de salvare faciem (salvar las apariencias) y proteger la reputación de la Iglesia, a expensas de abordar adecuadamente el comportamiento indebido.
Complicidad o Encubrimiento:
Complicidad estructural: La situación se agrava al considerar que el obispado, al ser consciente de la existencia de los hijos del cura y su paso por el seminario en Madrid, parece haber permitido que esta duplicitas (doble vida) continuara sin intervención. La falta de medidas concretas, incluso después de que esta información saliera a la luz, podría interpretarse como una forma de complicidad o al menos de encubrimiento pasivo.
Protección del clero: Esta actitud podría formar parte de una estrategia más amplia dentro de la Iglesia para proteger a sus miembros, incluso cuando se enfrentan a acusaciones serias. Al mantener al cura en su posición, a pesar de las pruebas y denuncias, el obispado podría estar priorizando la estabilidad institucional sobre la justicia y la corrección del comportamiento inadecuado, una clara pax Ecclesiae malentendido.
Impacto en la Credibilidad de la Iglesia:
Desconfianza pública: La prolongada inacción del obispado, combinada con la aceptación de conversaciones sin consecuencias claras, subvertit fidem (socava la confianza) de los feligreses y del público en general en la capacidad de la Iglesia para manejar adecuadamente los casos de mala conducta. Esto es especialmente crítico en un contexto donde la Iglesia ya enfrenta desafíos significativos relacionados con su manejo de escándalos y abusos.
Percepción de impunidad: La aparente impunidad con la que el cura de San Juan de Dios en Vallecas, el Rvdo. Gonzalo Ruipérez, continúa en su puesto, a pesar de las denuncias, refuerza la percepción de que el clero puede actuar impune (sin temor a repercusiones). Esta percepción puede tener un efecto corrosivo en la moral y el compromiso de los feligreses, que pueden sentirse traicionados o abandonados por una institución que no actúa de manera decidida frente a la inmoralidad dentro de sus filas. Una clara manifesración de este sentimiento de impunidad se da en Zaragoza, donde el clero en un porcentaje catastrófico practica el intercambio sexual libre. como venimos denunciando desde el año 2019.
El Dilema Ético y Pastoral:
Dilema de la jerarquía: El obispado enfrenta un dilema ético y pastoral complejo. Por un lado, tiene la responsabilidad de proteger a la comunidad de cualquier daño que pueda derivarse de las acciones del cura. Por otro lado, la posibilidad de exponer públicamente la doble vida del sacerdote, incluyendo la existencia de sus hijos seminaristas tras más de 25 años de mantenerlos ocultados y pagar por su manutención, podría causar un escándalo mayor que comprometería aún más la imagen de la Iglesia. Este dilema puede haber contribuido a la inacción, en un intento de manejar la situación discretamente, aunque a costa de la justicia y la transparencia. "Fiat iustitia, ruat caelum" (Hágase justicia, aunque caigan los cielos) debería guiar la acción del obispado.
Necesidad de una respuesta contundente: Sin embargo, la situación exige una respuesta contundente y clara por parte del obispado. La justicia y la integridad pastoral deben prevalecer sobre las preocupaciones por el escándalo, y la falta de acción solo perpetúa el daño y agrava la situación. La transparencia y la responsabilidad son esenciales para restaurar la confianza y demostrar que la Iglesia está comprometida con los valores que predica.
2. El contenido de los Corres Electrónicos entre el Arzobispado de José Cobo y la amante del cura de Vallecas
3. Transcripción
De:
Enviado el: jueves, 19 de octubre de 2023 10:33
Para: Eduardo Aranda Calleja earanda@archidiocesis.madrid
Asunto: Att. Jesús Vidal
No quisiera que este correo fuera mal interpretado y que se me tome por alguien que busca hacer daño. Me habéis llamado en dos ocasiones y hasta hoy no me he atrevido a enviaros esto. Lo heredado y meditado mucho. Justo acabo de recibir una llamada de la madre del niño del que soy madrina de confirmación el próximo domingo diciéndome que ayer este sacerdote le comentó que le tenía un joven de la parroquia para que fuese padrino del niño, cuando ya hace tres semanas sabe que el niño me había elegido a mí. Creo que el nivel de descaro que muestra este cura en la parroquia es motivo suficiente para un buen toque de atención. No es justo que quiera controlarlo todo.
No juzgo que un sacerdote pueda enamorarse porque es algo natural que puede darse sin tener que buscarlo. Si es así, bendito sea Dios y que las cosas se hagan de una manera correcta y responsable. La vocación al matrimonio también es un Sacramento. Somos humanos y nos podemos equivocar. Lo que no me parece normal es que nos equivoquemos tantas veces en la misma cosa, la constante búsqueda del amor/sexo sin pensar en la imagen que da.
Hice soltar las alarmas dados una serie de sucesos que me han parecido conductas anormales en una persona, que aunque ya llevaba una doble vida, no daba muestras de ser tan frívola y manipuladora en mi opinión.
En junio de este curso me enteré que este sacerdote llevaba un año hospedando en la casa parroquial a una madre soltera con sus hijos en total secretismo: todas las persianas cerradas y donde no las había, una sábana. Pagando la parroquia pisos y habitaciones a familias y habiendo otras familias más compuestas (padre, madre...) justamente mete allí a una madre soltera, cuando nunca ha puesto a disposición de los nuevos sacerdotes estudiantes que llegaban la posibilidad de hospedarse allí ni siquiera a su sobrina que venía a estudiar. La casa parroquial consta de dos pisos, cada uno de 3 habitaciones, comunicados por una puerta. La chica lleva viviendo allí desde octubre pasado. Se supone que nadie sabe que vive allí. No deja que se le vea entrando o saliendo del portal. Si es una ayuda, no habría por qué esconderlo. Del mismo modo, trabajando y sin la necesidad de pagar ningún servicio en la casa, se le da dinero para el pago de la niñera delos niños, enviar a su madre, entre otros gastos. También destaco el hecho de que los niños muchas veces no duermen en la casa porque la madre tiene ¨viajes de trabajo¨, cosa que no es cierta. Que se ha acostado con ella, pues sí. No es catequista, pero sale con ella a actividades y la presenta como tal. Incluso, en una peregrinación parroquial que se hizo en mayo ambos dieron muestras de ¨comportarse como una pareja/matrimonio¨. Las personas que allí fueron lo notaron, les extrañó, pero como era el padre no se podía comentar nada más.
A esto le sumamos que en agosto del verano pasado quedó con una chavala de unos 20-21 años a hablar, pero llegaron al tocamiento. Lo sé porque tenía acceso a las cámaras de la parroquia y lo vi. No le echaré toda la culpa a él porque se ve claramente que ella le seduce. Lo que me extraña que se haya dejado llevar. Me pareció un hombre muy necesitado de sexo para llegar a ello. Le pedí que se fuera de ejercicios y prometió que lo haría. Se fue a todas partes de paseo, menos de ejercicios.
Previo a este suceso le pillé también con una catequista. Ya llevaba un año con una cortesía digamos excesiva, poco normal para con una catequista. Le confronté y dijo que no había nada, pero su comportamiento decía otra cosa. Hasta que al final le vi unos mensajes de Te amo mi vida, te quiero y parecidos, dedicados a la chica.
Resumiendo el verano en un párrafo: en junio le dice a la catequista que la ama, pero al mes intenta arreglar las cosas con la que ya tenía una relación, pero en agosto manosea a una chavala, sigue insistiendo con la que tenía la relación, pero es también cuando me doy cuenta de que con la joven con la que vive también ha ligado y un mes después ya se ha mudado con él. Es una actitud de mujeriego, picaflor que en un hombre normal sin principios se puede esperar, pero ¿de un cura?
Yo veo un patrón: aprovecha su status en el despacho para conocer a jovencitas, inmigrantes, latinas, jóvenes, formadas, sobre los 30 para seducirlas valiéndose del dinero que consigue parala parroquia, de mucha dádivas y de una atención más que exquisita. Las 3 tienen el mismo perfil y parecido físico. El modus operandi ha sido el mismo.
A esto le sumamos un artículo de lo más comprometedor que aparece en Google en donde afirma que tiene hijos y que ya había protagonizado escándalos en otras Diócesis.
En el curso pasado fue muy inestable. Nunca estaba de lunes a miércoles o incluso jueves. Solo celebraba una Misa los domingos a duras penas. Ya no participaba en el Santísimo ni celebraba entre semana. Siempre estaba de viaje con ¨su hermana¨ o en alguna actividad por ahí. Era imposible despachar con él. Es cierto que su hermana está enferma y que pasa mucho tiempo con ella, pero justamente da la casualidad de que tiene a una mujer en casa que también se va de viaje por trabajo. Descuidar la parroquia a tal punto a causa de una mujer, nunca había pasado. De igual forma, a veces pareciera que le interesan más los números (muchos niños en catequesis, muchos bautizos, muchas confirmaciones, la iglesia llena, ...) que la necesidad de vivir la fe realmente. Nunca le visto rezar a solas arrodillado en el templo en los 10 años que le conozco.
Desde que murió su madre yo le veo como en una fase de liberación, menos preocupado y lo de su hermana con cáncer le tiene también muy nervioso. Con todo lo que ha pasado, puedo asegurar, sin equivocarme, que estará esperando a que su hermana fallezca para marcharse e incluso dejar el ministerio. La muerte de su madre le pilló justo acabando la pandemia. Creo que se habrá visto desbordado con tantas ayudas, tanto dinero, tanta gente rica e importante queriendo echar una mano, que le habrá nublado la mente porque a partir de ahí ha sido el descalabro total.
Intenté hablar con algún sacerdote amigo para que pudiera sentarse con él. A todos les rehúye porque nunca tiene tiempo, además es capaz de negarlo todo. Está encerrado en sí mismo, en una fase de negación de lo que sucede. Es incapaz de admitir sus errores y de pedir perdón. En su momento llamé al secretario del Vicario y le comenté, me dijo que algo le había llegado desde Cáritas Vicaría de que en la casa parroquial se hospedaba a familias. Este le preguntó al sacerdote en cuestión y le respondió que no, que eso no sucedía en su parroquia. Mentir cuando es una ayuda no tiene sentido. Sorpresa me llevé cuando un compañero suyo me dijo que ¨ya tenía fama en Italia¨. No salí de mi asombro: ¿Cómo una persona con tantos antecedentes de escándalo, con esta predisposición a las relaciones con mujeres todavía seguía en la Iglesia?¿Cómo se puede vivir tanto tiempo con una mentira?
La verdad es que ya no sé qué pasa por su cabeza y por su corazón. No es la persona que conozco desde hace 10 años. Cuando descubres todos estos sucesos, uno detrás del otro, algo quiere decir. Obviamente la relación entre nosotros se volvió muy tensa por todas aquellas cosas que sabía y guardaba para mí, pero llegó un momento en que no pude más guardar tantos secretos y su comportamiento tan poco empático me disgustaba. Guardé por mucho tiempo estas cosas para no herir a la parroquia.
Cuando le conocí me dijo que no se sentía sacerdote, que lo era porque su madre así lo quiso. Cuando le conocéis os dais cuenta de que es muy diferente al resto, va muy por libre. Es una persona muy inteligente, trabajadora, os diría que en el fondo es buena (pero ya no estoy segura),tiene ese don de palabra que logra envolver a cualquiera y esa habilidad de mentir, incluso cuando muestras pruebas. Cuando se mete en su papel de cura lo hace extraordinariamente bien.
Me causa un poco de tristeza, vergüenza y hasta cierta incomodidad tener que hablar sobre esto atan altos niveles, pero he luchado tanto, he sufrido tanto y me siento sola. Y sí, me molesta tanto descaro y la poca vergüenza de su parte, que a mí por enfrentarle y querer que haga las cosas bien se me tilde de mala y a él de cura intachable. Al final del día, si las cosas que pasan no nos afectan directamente, pasamos de ellas. Sólo nos escandalizamos cuando una mujer queda embarazada o un niño es violado, pero los comportamientos previos a estos sucesos no nos importan. En la parroquia muchos saben de esta situación, pero prefieren hacer la vista gorda porque es ¨su vida¨.
Os preguntareis cómo es que puedo saber tantas cosas y preocuparme de esta manera. Hemos estado juntos por 9 años como pareja, y aunque hemos intimado, nunca fue una relación basada en el sexo. Cuando le pregunté por la castidad y el sexo antes del matrimonio me contestó que como me veía como su ¨esposa¨ no pasaba nada. (Sí, fui muy ingenua, lo sé). Se suponía que esperábamos el momento perfecto para iniciar una vida en pareja, de la que ya habíamos hecho planes sin concretar nada. Ha sido capaz incluso de agarrarme del cuello delante de muchos padres. No le denuncié porque me dijo que también me denunciaría por invasión a la privacidad. Os prometo que si hubiese estado en la misma situación, volvería a revisarle los móviles porque miente siempre que puede, y más aún, mirándote a los ojos. Una persona que juega así con la gente y va por la vida haciéndose la víctima porque ¨todo el que le critica quiere hacerle daño¨ es una narcisista en toda regla.
Esas actitudes de persona soberbia, autoritaria, manipuladora, mentirosa, orgullosa, descarada y violenta no son para nada actitudes que deba demostrar un sacerdote. Ni ninguna persona. Le tenía en un pedestal, pero me ha decepcionado por completo.
A la luz del Evangelio, he querido corregir al que yerra, pero también nos dice el Papa que no miremos los pecados del otro y entonces no sé si estoy actuando bien. No soy santa ni mucho menos, pero siempre he buscado su bien. Siempre he intentado acercarme a él para conversar sobre estos comportamientos, pero pasa del tema. La respuesta es ¨no te metas en mi vida¨. Ciertamente, es su vida, pero es también una persona que debe dar ejemplo de lo que predica que si saliera a la luz todo esto, pues la verdad que la Iglesia quedaría muy mal porque es un cura bastante conocido, sobre todo por las zonas de Aravaca y Pozuelo. Le he presionado de todas formas para que entrara en razón, porque debo de ser de las pocas personas que se atreven a decir las cosas.
Como dicen por ahí: él es candil de la calle y oscuridad en la casa. A los de fuera, los que vienen a colaborar los trata como reyes, siempre muy correcto en su trato. A los de la parroquia, con la punta del pie. Se enoja con facilidad cuando las cosas no salen como quiere, cuando está nervioso. Chilla en demasía. Te falta el respeto, pero luego se acerca a ti como si nada hubiese pasado, saltándose el ¨discúlpame¨, ¨perdona¨...
Debí de haber estado ciega emocionalmente para haber permitido tantas cosas, tantos comportamientos imprudentes y poco éticos: siempre le critiqué que quedara con chicas a solasen el despacho a las 15h o 16h cuando no hay nadie en la parroquia, o que sentara a niñas en sus piernas, que fuera capaz de cobrar una imagen para colocar en el Templo a 3 personas distintas con tal de obtener el dinero. O justo como está pasando ahora con la campaña de reyes magos: la fundación con la que se suele trabajar le ha pedido expresamente que ningún niño reciba regalo duplicado, es decir, que si ya van a recibir regalo de otra entidad o por otra vía, que por favor no participe para no quitarle oportunidad a otros niños. Pero no, trabaja con la Caixa y con esta Fundación diciendo que va a dividir a los niños, cuando en realidad todos los niños han escrito las dos cartas, una para cada entidad. Lo mismo, ni tenéis idea las cuentas en negro que tiene la parroquia. Pero prefiere dar la imagen de una parroquia pobre, por eso os dejó esos 200 mil euros al Arzobispado, para que la cuenta bancaria quedara en nada. En fin... me indigna que el poder siempre gane.
Os prometo que cada palabra que os expreso en este correo es completamente cierta y puedo demostrar muchas de ellas. Me he jugado mucho para poder hacerlo.
Cuando se acercó a mí, en 2013, me dijo que eso de enamorarse nunca le había pasado. Y más tarde me dijo que si no funcionaba que no lo volvería a intentar. Todo lo que he visto desde el verano pasado, es todo lo contrario a estas afirmaciones. Y os repito, no me importa si está o no enamorado, lo que juzgo (y quizás tampoco debería, pero es que me afecta mucho) es su comportamiento tan manipulador y descarado metiéndose a todo el mundo en el bolsillo y logrando que la gente haga siempre lo que él quiere. Eso no está bien. Mi intención al presionarle era que tocara fondo y meditara un poco todo lo que estaba haciendo. Que se tomara un tiempo para pensar que quería hacer con su vida. Muchas veces me cuestioné cómo podía ser capaz yode alejarle de la labor tan impresionante que estaba haciendo en la parroquia, pero al verle en el estado actual, dudo que alguna vez él haya dudado de su doble vida. Simplemente, necesita que alguien le ponga los pies sobre la tierra. Va por la vida ignorando lo que predica, le resbala lo que la gente piense, opine o diga sobre él. No le creía capaz de manipular, mentir solo por quedar bien. Y siempre tiene la suerte de quedar bien. Tantos años viviendo una mentira es mucho. Creo que Dios ha querido abrirme los ojos al poner ante mi tantos acontecimientos imprudentes de su parte.
Este año ha empezado al 100%, pero ignoro que hay detrás de ese comportamiento. Quizá el Vicario haya hablado con él.
Esto no va de celos, de hacerle una maldad o similar. La verdad es que no lo estoy pasando bien con todo esto. Siento mucha vergüenza y me siento incluso hasta sucia. No es fácil para mi confesaros esto. Estoy criticando algo que yo misma he sido capaz de hacer, pero nunca ha sido de la misma manera. Nunca hemos dado de qué hablar y siempre antepusimos la parroquia a cualquier deseo personal.
He hablado con el Arcipreste y el Secretario del Vicario sobre los hechos que no incluyen personal. Me confesé con el Vicario quien iba a tomar el asunto en sus manos y me dijo que siquiera podía denunciarle en el Arzobispado, pero no era mi intención. Solo quería que alguien se Sentara a hablar sobre su realidad. Fui y hablé con un Abad en Covadonga, con quien él se ha confesado en varias ocasiones, me dijo tajantemente que le dejara en paz, que dejara que él hiciese lo que quería con su vida. Hablé con su compañero de curso quien me dijo que ya tenía fama y que eso explotaría en cualquier momento. Todo esto hace meses y lo sigo viendo actuar de forma absolutamente descarada.
Si creéis que merece la pena, os puedo contar en detalle y desde el principio toda esta situación a penosa como desagradable. Por favor, os pido tratar este correo con la delicadeza que se merece. Estoy consciente de que puede causar mucho daño y que costará mucho que me lo puedan perdonar, pero asumo todas las consecuencias de mis acciones.
X
De: Eduardo Aranda Calleja
Enviado el: lunes, 23 de octubre de 2023 14:29
Para:
Asunto: RE: Att. Jesús Vidal
Estimada X:
He presentado su escrito a D. Jesús. Me ha respondido pidiéndome que concierte una cita para que pueda hablar con él, si pudiera ser este jueves 26 a las 10,00 am en el Arzobispado (Calle de Bailén, nº 8). Muchísimas gracias por su colaboración.
Reciba un saludo cordial. Eduardo Aranda.
De: Eduardo Aranda Calleja earanda@archidiocesis.madrid
Enviado: martes, 24 de octubre de 2023 08:39 a. m.
Para:
Asunto: RE: Att. Jesús Vidal
Estimada X:
D. Jesús Vidal me ha pedido que me ponga en contacto con usted para preguntarle si pudiera venir al Arzobispado el lunes 30 o el martes 31 por la tarde, ambos días a las 17,30. ¿Sería posible?
Quedo a la espera de lo que me indique. Reciba un saludo cordial. Eduardo Aranda
De:
Enviado el: martes, 24 de octubre de 2023 11:33
Para: Eduardo Aranda Calleja earanda@archidiocesis.madrid
Asunto: Re: Att. Jesús Vidal
Buenos días, D. Eduardo.
El martes me viene ideal. Nos vemos a las 17:30h en el Arzobispado.
Saludos,
X
De: Eduardo Aranda Calleja <earanda@archidiocesis.madrid>Enviado: martes, 24 de octubre de 2023 09:41 a. m.
Para: X
Asunto: RE: Att. Jesús Vidal
Estimada X:
Nos vemos entonces el martes 31 a las 17,30 en Bailén 8.
Yo informo a D. Jesús. Un saludo cordial.
Eduardo Aranda
De:
Enviado el: jueves, 2 de noviembre de 2023 12:25
Para: Eduardo Aranda Calleja earanda@archidiocesis.madrid
Asunto: Dudas
Buenos días, D. Eduardo:
Me habéis dejado muy pensativa en algunos temas y quizás un poco a disgusto. Estaréis acostumbrados a este tipo de denuncias e imagino que vuestro actuar es de rigor.
Cuando me decidí a hablar con vosotros, lo hice a consciencia, con mucha vergüenza, pero con mi idea muy clara de loque quería transmitiros. Sé que os interesa saber siempre en primer lugar si hay sexo consentido o no.
Os he puesto sobre la mesa la doble vida de Gonzalo, pero mi indignación es más bien con su comportamiento y su forma de ser. Como ya os dije: Bien o mal, no le juzgo su doble vida pues es un hombre, es una persona y el amor puede encontrarse sin estarlo buscando, como creí que pasó en mi caso. Dada su forma de ser, creí en sus palabras y sin estar segura me arriesgué en construir una relación que pensé tenía futuro, pues él ¨estaba seguro¨ de dejar su Ministerio. Que me equivoqué, pues sí, lo admito y pido perdón por ello.
Ahora bien, lo que no me parece normal ni habitual en un sacerdote es la falsa honestidad que presume:
Es mentiroso: pues es capaz de mirarte a ojos y decirte cualquier cosa siendo mentira con tal de salir airoso. Fue capaz de mentirle al secretario del Vicario cuando le preguntó si tenía a una familia viviendo en su casa. Y he sido testigo de cómo lo ha hecho muchas veces ante donantes, voluntarios y a mí. O simplemente mentir en el número de beneficiarios ante alguna donación con tal de obtener el máximo posible.
Es manipulador: es capaz de acercarse a gente inmadura (tal cual los jóvenes de la parroquia) para decirles que mí no se me acerquen porque lo que podría decirles acerca de él es mentira. O como pasó con una catequista, que sabiendo todo lo que acontecía sin él saberlo, se sentó a hablar con ella este verano para decirle que no hiciera caso a mis indirectas, que mi problema era que estaba enamorada de él y no quería que ninguna mujer sele acercara, que le tenía manía a la chica con la que está ahora, sabiendo él perfectamente que nada de eso era cierto. Entenderéis que después de la forma en que se ha comportado desde la muerte de mi madre, hace justo un año y medio, el amor ha mermado completamente. O que sentara con alguien a tomar café después de golpearse y aprovechar para decir que he sido yo la que le ha golpeado mostrando sus arañazos, cuando lo que intentaba era defenderme de sus golpes. Debe ser muy poco hombre para poder hacer eso. Llamarme lengua venenosa simplemente porque digo lo que ha hecho no está bien. O decir a los padres de catequesis que preguntan por mí que mejor ni hablen conmigo porque a saber qué tontería les digo no está bien.
Es violento: tiene muchos arranques de ira, me parece una persona bipolar porque después de maltratarte verbalmente o físicamente, se acerca a ti como si nada hubiese pasado. Ha sido capaz de pegarme y eso no se lo perdono. Bajo ningún concepto puedo justificar ese tipo de violencia, por más enfadado que esté. Continuamente le habla mal a la gente delante de otros, pero si es a él que se lo hacen ya es una falta de respeto. O simplemente ir detrás de un coche en la calle para hacerle lo mismo que le ha hecho a él: atravesarse en el camino o no dejarle paso. Pegarle a una mujer es de cobardes.
No es ético: no le importa cobrar a distintas personas por un mismo servicio o donación. No sabe decir que no donaciones que en la parroquia no tienen ningún sentido. O no es capaz de ser honesto antes peticiones de empresas de que no haya duplicidades de regalos.
Es imprudente: Le da igual quedar a solas en la parroquia a horas poco convenientes con chicas. Es demasiado afectivo con las mujeres y niñas/os, pero como él es así hay que dejarlo.
Es descarado: no le importa que le vean con una mujer hoy y otra el mes que viene. Hace su vida normal con su chica sin que le importe lo que los demás digan o piensen. Así sea al cine, de compras, de paseo, andando por el barrio, en la parroquia no disimula la complicidad con la chica de turno.
Mal manejo del dinero: tiene una forma de vida caracterizada por el dispendio económico. Viaja mucho y solo se hospeda en Paradores (hoteles de alto nivel), siempre es el que paga las comidas, los cafés, la gasolina y el que siempre invita. Para ser un cura que solo gana 1200€ aproximadamente, su estilo de vida no es normal. Es dadivoso, generoso. Sé bien que el dinero para pagar los caprichos de sus chicas lo hace con el dinero C de la parroquia. Ese que tiene en su casa guardado en carpeticas. De su bolsillo sé que no gasta ni un euro.
Se aprovecha de su status: creo que le llamáis relación asimétrica. Aprovecha su posición de párroco para conocer a jóvenes en situación de vulnerabilidad y captarlas como voluntarias, y si se encariña, pues mostrarse ante ellas como el buen samaritano, el salvador, gracias a su excesiva preocupación por su bienestar y las múltiples dádivas que ofrece. Y lo sé porque pasó conmigo, con la catequista, con las jovencita que manoseó con la que vive ahora. Todas tenemos el mismo perfil, misma similitud y el modus operandi que utilizó conmigo es el mismo que usó con las otras.
Falsa humildad: está en una parroquia de pobres, pero solo se codea con gente rica a la que es capaz de sacare algún beneficio. Y os confieso, me molesta ese desvive con la gente rica que va a la parroquia: ni gritos, ni insultos, todo pleitesía... mientras que a los voluntarios del barrio se les trata con la punta de pie.
Favoritismo: ya les digo que no trata igual a una chica fea que una bonita. Cuando se le mete una persona entre Ceja y ceja, puede bajar el mismo Dios, pero no hace caso omiso a nada.
Le encanta el sexo: y no es que lo sepa porque nos hayamos acostado mucho o poco, es porque siempre tuvo interés marcado en él. Llegó a decirme que cuando viviéramos juntos lo haríamos todos los días. Y seguro que a mi ¨dejó de quererme¨ porque no me quise acostar con él en los últimos años, me negué a ser utilizada como un objeto sexual cuando yo priorizaba el tiempo de calidad en pareja o sentirme valorada. Y sé bien que la decisión de llevar a esta chica a vivir a su casa también viene dada por la facilidad que tiene de poder acostarse con ella viviendo juntos.
Es un picaflor: No he conocido un hombre capaz de estar y ligar con 4 chicas al mismo tiempo.
No es un cura de ore: En 10 años nunca le he visto rezar en solitario, siempre ha priorizado la labor social que la oración.
No es capaz de reconocer sus errores y pedir perdón: en muchas ocasiones ofende a la gente, le chilla o actúa mal y no es capaz de pedir perdón, salvo si la necesita. Con todo lo que he vivido estos últimos dos años, solo ha sido capaz de pedirme perdón dos veces y las dos veces han sido por correo y porque le he obligado. Ni siquiera en las veces en que ha sido capaz de agredirme.
Utilizar la entrega de alimentos a familias como vía fácil para captar dinero y gente rica. Es la única razón por la que continúa con ello. No os imagináis el desgaste que conlleva en recursos y voluntarios. La parroquia se paraliza ante el reparto del mes. No tiene tiempo para confesar a los feligreses (rara vez lo hace), pero si para atender a todo el que se acerca a pedir alimentos o algún tipo de ayuda económica.
Exige lo que no da: pide respeto y buen trato, pero no lo da. Pide puntualidad y nunca lo es. Pide a las de limpieza que mientras se esté celebrando la Misa paren sus actividades, más el sin embargo continúa con las suyas. Puede estar el Santísimo expuesto, pero él sigue atendiendo en el despacho. Sus Misas siempre empiezan tarde. Siempre llega tarde a la reuniones.
Su fama le precede: con el historial que tiene en Zaragoza, en Murcia, en Alcalá, en Madrid, en Italia con mujeres y este tipo de actitudes irreverentes, no sé cómo es que no le han llamado ya a capítulo.
Va de víctima: no sé vosotros qué pensáis, pero yo en 9 años me he entregado en cuerpo y alma a su persona, a su labor, a la parroquia. He estado acompañándole siempre, he sido fiel, honesta, me he preocupado por él, en apoyarle, en que no derrochara el dinero, en que hiciera las cosas bien, me he olvidado de mí, de mi deseo de ser madre esperándole, para que después de hacer todo lo que ha hecho (infidelidad, jugar con mis sentimientos, tenerme siempre en espera con esperanza aún después de haber terminado la relación, de humillarme, pegarme),ahora quiera tratarme como a una cualquiera y esconder/borrar 10 años de trabajo arduo en la parroquia diciendo a los demás que soy la que quiere hacerle daño solo porque digo la verdad, que yo le he pegado, que yo estoy diciendo mentiras de él, no me parece justo. He renunciado a mi trabajo en la parroquia, a mis amistades, a hacer las cosas que me gusta hacer, a mi rutina de vida en mis 10 años en Madrid solo por darle paz y calmar las cosas, sin embargo él sigue viviendo su vida igual que siempre, con su mujer a su lado, pero yo soy la mala. ¿Cómo puede ser capaz?
No creáis que todas estas cosas que os comento solo las he visto estos dos últimos años. No. Muchos de estos comportamientos se los he encubierto y justificado a otros por mi ceguera emocional, siempre he intentado cuidar su imagen, pero también se lo he criticado a él personalmente y su respuesta tajante ha sido: Déjame ser como soy, no me quieras cambiar, no me quieras controlar, tengo que mejorar, pero ahí queda, en la promesa.
Y siento en el alma contaros estas cosas de su persona, pero de ninguna manera permitiré que a mí se me juzgue, mientras que a él se le tiene en un pedestal cuando es un hombre completamente despreciable. No puede prohibirme que cuente mi verdad, mi experiencia. Y os puedo jurar que no estoy faltando a la verdad. Reconozco que me he portado mal con él, pero ha sido una reacción a su comportamiento tan improcedente.
Y sabiendo parte de lo que acontece (liarse con la catequista, manosear a la chavala y tener a una mujer con una relación sentimental viviendo en su casa) alrededor de 15 catequistas de los 30 que hay, los voluntarios más cercanos, el Padre Carlos, el Secretario del Vicario, el Arcipreste, el Vicario e incluso padres de catequesis (el que me haya ido y no se hable de mí ha causado algo de revuelo en algunos padres que me echan en falta) que digáis que vais a esperar para hablar con él, dais una imagen de pasividad nefasta para la iglesia, porque muchos, al igual que yo, se preguntan cómo es que sigue estando como si nada pasara, mientras media parroquia sabe lo que pasa. Que su hermana esté hospitalizada no le ha quitado el ímpetu de seguir con una mujer en su casa ni pasearla a ella por la parroquia. No es el primero ni el último en esa lamentable situación. Una vez que fallezca su hermana no le vais a pillar el pelo. Siempre ha dicho que cuando suceda va a desaparecer por un tiempo. Sé bien que podéis asumir la situación de una forma sutil. Peor será el escándalo cuando el problema se haga más público de lo que ya es por la infinidad de comentarios y cada vez se hace más grande, más gente se va enterando y lo va comentando a su manera. Es tanta la gente que lo sabe que ya están pendiente de lo que hacen dentro y fuera de la parroquia y en el barrio.
De mi parte ya no puedo hacer más, todo queda en vuestras manos, pero quería dejar las cosas más claras todavía si cabe.
Gracias por vuestra atención y por escucharme.
X
De: Eduardo Aranda Calleja earanda@archidiocesis.madrid
Enviado: viernes, 3 de noviembre de 2023 11:52 a. m.
Para: X
Asunto: RE: Dudas
Estimada X:
Lamento haberle dejado esa impresión y trato de explicarme brevemente. Ciertamente hay dos planos, uno jurídico y otro pastoral. Tal vez nos centramos en el aspecto más jurídico, penal, de delitos, pero también hay que afrontar el aspecto pastoral, personal y sacerdotal. Ciertamente su nota de ayer matiza muchos aspectos.
Se lo agradezco mucho. Se la pasaré también a D. Jesús Vidal y trataremos de ayudar a D. Gonzalo.
Le mando un saludo cordial.
Eduardo Aranda
4. Reflexión final sobre la gestión eclesiástica
El uso de términos como "dilema", "jurídico" y "pastoral" en la comunicación oficial del obispado puede dar la impresión de ser una respuesta considerada y reflexiva, pero también puede parecer un recurso para evitar confrontar directamente los problemas más graves y urgentes que afectan a la comunidad parroquial.
Las palabras del obispado, aunque aparentemente bien intencionadas, corren el riesgo de ser vistas como inane (vacías) si no van acompañadas de acciones que reflejen un compromiso real con la justicia y la pastoral auténtica. Separar lo "jurídico" de lo "pastoral" puede desviar el foco de lo que debería ser la verdadera prioridad: el bienestar de la comunidad parroquial que se ha visto afectada por las acciones del cura. La pastoral debe centrarse en proteger y servir a los fieles, garantizando que la justicia y la integridad prevalezcan en todas las decisiones y acciones de la Iglesia.
Palabras superficiales: Cuando el obispado habla de un "dilema jurídico y pastoral" y de "mirar por ayudar al cura", estas palabras pueden sonar superficiales o, en algunos casos, insinceras, especialmente si no van acompañadas de acciones concretas que respalden esos principios. La falta de cambios significativos durante un período de diez meses sugiere que estas palabras podrían ser más verba pro veritate (palabras por verdad) que genuinas, diseñadas para dar una apariencia de preocupación y deliberación sin comprometerse realmente con una solución.
Evasión de responsabilidad: La referencia a un dilema podría interpretarse como una forma de diluir la responsabilidad, presentando el problema como complejo y difícil de resolver, cuando en realidad lo que se necesita es una respuesta decidida y clara. Esto puede dar la impresión de que el obispado está más interesado en justificar su inacción que en abordar efectivamente el problema.
Separación artificial: La separación entre lo "jurídico" y lo "pastoral" en la respuesta del obispado podría ser vista como una dicotomia ficta (dicotomía artificial) que no necesariamente refleja las verdaderas prioridades de la Iglesia. En teoría, la pastoral debería estar en el centro de la misión eclesiástica, no solo en relación con el cura, sino también, y quizás más urgentemente, en relación con la comunidad parroquial que se ve afectada por sus acciones.
Prioridades erróneas: Hablar de "ayudar al cura" desde una perspectiva pastoral podría ser necesario, pero no debe eclipsar la necesidad de priorizar el bienestar y la seguridad de la comunidad que le ha sido confiada. El enfoque parece desviado si se pone demasiado énfasis en la protección o rehabilitación del sacerdote, mientras se minimizan los impactos devastadores de su conducta en los feligreses y en la reputación de la Iglesia.
Responsabilidad hacia la comunidad: Desde una perspectiva pastoral auténtica, la prioridad debería ser la protección, el apoyo y la guía de la comunidad parroquial. Esto incluye no solo lidiar con el daño ya hecho, sino también prevenir futuros abusos. La pastoral auténtica debería involucrar una respuesta firme que asegure que el liderazgo eclesiástico actúa con justicia y transparencia, colocando siempre el bienestar de los fieles por encima de la protección institucional.
Falta de coherencia: La falta de coherencia en cómo se manejan estos valores y responsabilidades puede erosionar la confianza en la Iglesia. Si lo pastoral se aborda solo en términos de "ayudar al cura", y lo jurídico se convierte en un pretexto para la inacción, se falla en la misión esencial de la Iglesia de ser un refugio y una guía espiritual para sus fieles.
Necesidad de una pastoral integral: Una respuesta pastoral coherente e integral debería integrar lo jurídico y lo pastoral en una única misión centrada en la justicia, la verdad y el servicio a la comunidad. No debe haber una disociación entre la disciplina y la misericordia; ambas deben aplicarse de manera que prioricen el bien común y la integridad de la comunidad eclesial.
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