“La esencia del periodismo es dramática. El periodista auténtico oculta lo suyo y revela lo ajeno; reúne en sí las vibraciones dispersas y las transmite; semejante al cómico, desaparece bajo la realidad que nos transfiere.”
En la Entrada anterior (puede re visitarse en este enlace, aquí) acabábamos hablando de los "hijos espirituales" del cura abusador Amadeo Elcoso, entre ellos el ahora ex diácono homosexual fiestero Daniel Peruga, quien hizo explotar la Diócesis de Zaragoza. Otro hijo espiritual del depredador Elcoso fue Monseñor Carlos Escribano, actual arzobispo de Zaragoza, quien también había sido monaguillo de Amadeo Elcoso. No queda claro si Escribano fue abusado sexualmente por Elcoso.
Lo que sí está claro es la tolerancia de Escribano de la homosexualidad salvaje en su diócesis: visitas habituales a antros de intercambio gay por parte de algunos sacerdotes como el Rvdo. Enrique Ester; sexting con fotos a través del teléfono inteligente mostrando los genitales enviadas a amigos por parte del Rvdo. L.D.M.O.; acoso sexual por parte del Rvdo. Ignacio Ruiz Hernández, quien estaría protegido por el arzobispo Escribano, etc.
Buena lectura.
Jacques Pintor
Entradas anteriores,
EN ESTA ENTRADA:
1.-De Peruga al Acoso y Derribo del Opus Dei
2.-Difusión de secretos de oficio a la prensa por parte de Mari Carmen Amador y Roberto Ferrer
3.-El pago de cien mil euros al diácono más dos coches
4.-La crisis con Torreciudad, una distracción de la atención de la opinión pública
5.-"Ad Charisma Tuendum"
6.-El Carisma del Opus Dei
7.-Algunos cánones del CDC que desdibujarían la identidad del Opus Dei
ESTE ARTÍCULO SE ACTUALIZA EL DÍA 14 DE NOVIEMBRE DE 2024
De Peruga al Acoso y Derribo del Opus Dei
No sabemos si relacionado con esta tibieza a la hora de gestionar su Iglesia local, está el hecho que Escribano ha discrepado públicamente de la doctrina de la Iglesia Católica a la que sirve, alegando la bondad del sacerdocio femenino, y mostró en su día su apoyo a Amadeo Elcoso al manifestar públicamente que la diócesis de Barbastro-Monzón le trató demasiado severamente al final de sus días de sacerdocio aun cuando ese trato estaba motivado por la intención de recuperarlo como persona y como sacerdote; y en la Diócesis del Arzobispo Carlos Escribano clama al cielo también la realidad de la sexualidad desbocada de gran porcentaje de su clero en Zaragoza, y el mirar hacia un lado del Arzobispo.
El ex diácono hipersexualizado Daniel Peruga fue más tarde (en 2014) utilizado por el jesuita Germán Arana y el cardenal Omella para atacar al ex secretario de monseñor Ureña, el conocido "cura de Épila" Miguel Ángel Barco, una vez fue expulsado Ureña por el Papa Francisco de la sede de Zaragoza. Arana y Omella contaban con la ayuda desde el interior de la Diócesis del ahora ex vicario judicial Roberto Ferrer Sarroca y la ex notaria diocesana Mari Carmen Amador
La jugada, y el motivo que dieron Arana, monseñor Elías Yanes (en ese momento ya arzobispo emérito de Zaragoza), Roberto Ferrer y Mari Carmen Amador al Papa Francisco para pedir la defenestración de monseñor Ureña fue creído por el papa argentino. Pero después se dio cuenta Jorge Bergoglio que le habían vendido un relato confuso que él entendió diametralmente al revés de lo que realmente ocurrió. Pero Jorge Bergoglio no es un hombre que rectifique, entre otras cosas porque está cumpliendo una agenda que no es la suya, y le queda poco tiempo.
La difusión de secretos de oficio a la prensa por parte de Mari Carmen Amador y Roberto Ferrer
Solamente algunos medios de comunicación, a los que la ex notaria diocesana Amador proporcionó información (“Heraldo de Aragón” y “El Periódico de Aragón”) que ella misma habría forjado, se hicieron eco de la afirmación falsa de que monseñor Ureña habría ofrecido una compra de silencio al entonces diácono Daniel Peruga. Según Ferrer y Amador, el móvil de ese supuesto soborno del arzobispo al diácono sería que el arzobispo Ureña intentaba ocultar un supuesto acoso sexual por parte de su secretario, el Rvdo. Miguel Ángel Barco, hacia Peruga durante el período de formación de este último en la parroquia de Barco en el pueblo de Épila. Contradiciendo esta narrativa, Peruga confesó más tarde, en una carta pública, que nunca había expresado tales palabras a la prensa ni a terceros en general, saliendo al paso en un acto de supuesta voluntad a los comentarios a las publicaciones en prensa nacional. Esto sucedió después de haber recibido la cantidad de 120.000 € como compensación, supuestamente, por no ordenarse sacerdote, ero que en realidad fue facilitada por la gestión de Ferrer bajo la dirección de Omella. De la existencia de esta carta se hizo eco "Heraldo de Aragón", pero solamente nuestro equipo la obtuvo documentalmente, y así la publicamos en su día.
El Papa Francisco, enfurecido al verse acorralado por la situación, pidió a los responsables citados más arriba, dirigidos por el cardenal Omella y el jesuita Arana, en una entrada suya en estampida en la Congregación par ael Clero "arréglenlo entre ustedes"o lo que es lo mismo, que encontraran a alguien sobre quien recayera la responsabilidad de justificar la expulsión de Ureña. El peso de esa losa cayó sobre el Rvdo. Miguel Ángel Barco, quien fue destituido del sacerdocio con acusaciones nunca probadas, habiendo presentado contra esa acusación pruebas que demostraban su falsedad, sin juicio y sin la posibilidad de apelar la decisión final que no tuvo en cuenta esas pruebas que ni siquuera se incluyeron en el expediente contra él. Se sugirió además, por parte del cardenal Omella, que no se hacían públicas las acusaciones reales “por respeto a la propia persona de Barco”.
En un esfuerzo por reforzar su estrategia, el cardenal Omella llegó incluso a decirle al abogado de Barco: “Vaya usted a Zaragoza y pregunte”, insinuando en un acto de manipulación que existían pruebas de un supuesto abuso de Barco hacia Peruga, aunque dichas pruebas nunca se presentaron, ni el diácono nunca denunció a Barco. Más tarde, Peruga dijo a los medios que nunca denunció por miedo al poder de la Iglesia.
El cardenal Omella, además, ofreció a Barco un puesto de profesor de religión en escuelas diocesanas a cambio de su silencio y de que dejara de ejercer como sacerdote. Sin embargo, Barco rechazó esta oferta condicionada y se negó a aceptar las demandas del cardenal. Esto se llama "compra de silencio", y es tipificable en el Código penal español.
En contraste, al ahora ex diácono Daniel Peruga se le habrían pagado unos 100.000 euros (60.000 de estos destinados específicamente para estos fines, más una compensación por los impuestos que el Estado le aplicaría), además de proporcionarle dos coches, uno para él y otro para su familia, que se había visto afectada por el caso Elcoso, siendo que Amadeo Elcoso perseguía sexualmente al hermano mayor de Daniel Peruga en Monzón. Estos pagos y bienes le habrían sido entregados a Peruga como compra de silencio para que no revelara información sobre el papel del cardenal Omella en el manejo del caso Elcoso en Monzón, un incidente que luego desestabilizaría la vida moral del clero de Zaragoza hasta el día de hoy.
Esto es lo que presumiblemente ocurrió en la realidad, pero hacia el exterior se intentó presentar estos pagos como un soborno de Ureña a Peruga, sugiriendo que el arzobispo ofreció dinero a Peruga para influir en su decisión de abandonar el sacerdocio y silenciar posibles revelaciones de comportamientos inadecuados.
En conclusión, el motivo real para expulsar a Don Manuel Ureña no fue una compra de silencio para que Peruga dejara el sacerdocio con el fin de tapar el escándalo, ya que Peruga había manifestado su intención de abandonar el proceso hacia el sacerdocio en una carta dirigida al mismo Papa Francisco. En dicha carta, que se enlazó en la entrada anterior, Peruga declaró su deseo de no ordenarse.
Roberto Ferrer confesó a Jordi Picazo en una tertulia con al menos otras 5 personas (publicadas sus palabras en la categoría de Audios en esta WEB) que fue él mismo quien aconsejó a monseñor Ureña sobre los pagos que debían realizarse a Peruga. Peruga, a su vez, habría seguido las instrucciones de Mari Carmen Amador y de Roberto Ferrer. Amador habría falsificado la carta de nueve páginas mencionada más arriba y enlazada, supuestamente escrita por Peruga, para perjudicar a Ureña y al Rvdo. Barco, y dar visos de credibilidad a la narrativa criminal de la conocida como la "Trama Maña".
Para atacar al Rvdo. Barco, párroco del diácono Peruga en Épila, se utilizó la narrativa de unos supuestos abusos de Barco contra Peruga, decíamos. Acusaron a Barco de, a la vez, ser homosexual, acostarse con el arzobispo Ureña, abusar de su diácono, calzarse los calzoncillos de este para celebrar misa (esto sostenía la revista Interviú), y dejar embarazada a la vez a una menor y engendrar una hija con ella. De nada de esto ha habido nunca denuncia alguna, ni prueba, ni testigos. Es más, los obispados en los que trabajó el Rvdo. Barco emitieron, a petición de Barco y por orden de un Juez, sendos documentos notariados, que hemos publicado, diciendo que nunca había habido ninguna denuncia por ninguna causa en sus diócesis (la de Alcalá de Henares primero, y la de Zaragoza después) contra Barco.
El pago de cien mil euros al diácono, más dos coches
La verdadera razón detrás del pago de los cien mil Euros más dos coches al ahora ex diácono homosexual Daniel Peruga fue que así podría seguir estudios y para que “no se prostituyera", en palabras del mismo cardenal Stella (en ese momento Prefecto de la Congregación para el Clero) a monseñor Ureña, a quien indicó que diera al diácono el dinero prescriptivo para estos casos), autorizando así Stella a Ureña el pago previsto de 60.000 €, y posiblemente más. Sin embargo, como explicaba el ahora ex vicario judicial de la Diócesis de Zaragoza y agente de Omella y Arana en la trama, y queda plasmado en los Audios que hemos ofrecido, fue el mismo Roberto Ferrer Sarroca quien pidió al arzobispo Ureña que el pago fuera en una sola cantidad, y libre de impuestos. Inicialmente el arzobispo habría previsto un pago pautado para que Daniel Peruga pudiera estudiar y financiarse algunos estudios al no permitírsele ordenarse de presbítero.
Fue el mismo Ferrer quien explicaba a Picazo que posteriormente él mismo aconsejaría al arzobispo que añadiera los impuestos a la primera cantidad de 60.000 € alegando que después de pagar los impuestos Daniel Peruga se quedaría prácticamente sin nada. A esos aproximadamente 100.000 € finales el mismo Roberto Ferrer cuenta que Daniel Peruga pidió al arzobispo que añadiera dos coches de buena gama en compensación por el grave daño moral sufrido en los años de Monzón por él y su familia. En palabras de Roberto Ferrer en el Audio que ofrecimos en la sección ad hoc en nuestros libros, una tercera persona llamó “más de una vez” a la diócesis, posiblemente haciéndose pasar por abogado de Peruga, para solicitar esa compensación. Ferrer explica en el Audio que esas llamadas podrían haber sido cursadas por el novio de Peruga en ese momento. Finalmente optó monseñor Ureña por pagar los dos coches de su bolsillo, no con dinero de la diócesis, siempre según el relato de Ferrer en los Audios, sino con el suyo propio.
El pago a monseñor Ureña por su obediencia al cardenal Stella fue la humillación y expulsión de Zaragoza por parte del Papa Francisco sin dejarle hablar, y con el añadido de no atreverse el Papa a pedir disculpas posteriormente al percatarse del engaño y sancionar a los mal factores de la trama: hablamos de Omella, premiado sin embargo después con el cardenalato (2017) y otros múltiples honores hasta llegar a la cumbre de la jerarquía eclesiástica mundial; hablamos del cardenal Stella, y del amigo y mentor del Papa Francisco el jesuita Germán Arana, quien indujo a Francisco a varios errores criminales en los años anteriores, y que está ahora también siendo juzgado en España por delitos de injurias y calumnias contra el “cura de Épila”.
La crisis con Torreciudad, una distracción de la atención de la opinión pública
Volviendo a la crisis del obispo de Barbastro-Monzón Ángel Pérez Pueyo con el Opus Dei con motivo de su deseo de apropiarse del santuario de Torreciudad, entendemos que esta crisis se puede solucionar. El Opus Dei tiene buenos comunicadores y sabe estar a la altura. Y también está claro que el obispo Pérez-Pueyo, por bueno que le tengan (se le supone y a menudo esto es un error), ha aprovechado muy bien haber sido invitado a presidir el goloso pastel de la 31ª Jornada Mariana de la Familia el 16 de Septiembre de 2023. Esa peregrinación anual no cuesta nada a los peregrinos, pero lleva decenas de miles de euros de gastos, que paga el patronato de Torreciudad y la Fundación Virgen de las Nieves a través de donaciones, en especial provenientes de fieles de la Prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei.
Monseñor Pérez Pueyo ya había sido invitado a presidir ese acto mariano en 2017. Tal vez ahí y en ese momento se le abrieran los ojos, y esperó a que quedasen dos meses para la celebración el año 2023 para levantar la alarma sobre su deseo de apoderarse de la gestión del santuario. Pérez Pueyo arengó a los feligreses devotos de San Josemaría en la homilía que se le invitó a pronunciar en la iglesia de San Josemaría en Barbastro el 26 de junio de 2023, en la festividad del santo fundador del Opus Dei. Y dos meses después asaltaría con otra arenga a los miles de fieles que se acercaron ese año a la peregrinación anual de la Jornada de las Familias en Torreciudad, glosando el triste motu proprio firmado por el Papa Francisco, pero escrito por el enemigo acérrimo del Opus Dei, recientemente creado cardenal (sin ser obispo), Giancarlo Ghirlanda. El objetivo de ese motu proprio, contrariamente a lo que indica su título, es acabar con el carisma del Opus Dei.
La diócesis de Barbastro-Monzón esgrimió la Ad Charisma Tuendum para querer hacer valer su idea peregrina de que la situación canónica del Opus Dei estaba "en suspenso", sin aclarar qué querían decir con esto, y hasta este momento pretende Pérez-Pueyo tomar el timón de un barco que no le pertenece. O eso parece, a todas luces.
Ad charisma Tuendum
Otro fruto del desgraciado motu proprio fue que el obispo Pérez Pueyo quisiera tapar la pobre gestión de la diócesis, intentando apoderarse ilícitamente de lo que da vida espiritual a la región, el santuario de Torreciudad.
En septiembre de 2024 los números de participantes en las ya icónicas Jornadas de la Familia en Torreciudad de septiembre declinaron, como mostró la prensa religiosa de España: la presencia del obispo Pérez Pueyo fue todo lo contrario a un efecto imán. Para más INRI, Pérez Pueyo quiso hacer un nombramiento de rector si tener la capacidad de hacerlo. Monseñor Ángel Pérez Pueyo nombró rector de Torreciudad a un sacerdote octogenario que hasta ahora tiene un cargo simbólico relacionado con el patrimonio artístico, y solamente un puñado de almas que atender, antes que fallezcan también estos por la edad en su propia parroquia.
La noticia en 2023 fue "el obispo de Barbastro Monzón, Ángel Pérez Pueyo, ha designado rector de Torreciudad, un santuario propiedad de un patronato civil, no eclesiástico, que se ubica como sabemos, en su diócesis". Sin embargo, por los estatutos del santuario, el rector lo nombra siempre el prelado del Opus Dei, desde la inauguración de Torreciudad en julio de 1975.
El carisma del Opus Dei
Sabemos que el carisma del Opus Dei destaca como parte principal de su esencia que los miembros del Opus Dei no se asocian, para cumplir su misión. El Opus Dei simplemente proporciona a los miembros incorporados los medios para que realicen sus fines. Esos fines son el deseo nacido de la vocación particular de una búsqueda de la santidad en medio de las obligaciones ordinarias del cristiano, "santificando el trabajo, santificándose en el trabajo y santificando a los demás en el trabajo" como explican sus Estatutos. Escrivá lo explicaba con el símil de "ser contemplativos en medio del mundo", para distinguirlos del estado de los religiosos de "apartados del mundo”.
Aun así, el fundamento del espíritu del Opus Dei no es esa búsqueda de la santidad, sino como que esa búsqueda de la santidad se ríauna consecuencia de vivir ese fundamento de la vida espiritual propia del Opus Dei. El fundamento del espíritu del Opus Dei, en palabras de su Fundador, es el sentido de la filiación divina, el sentirse hijo de Dios.
Francisco confunde prelatura personal con asociación de fieles. Un desliz que revela lo que le piden al Papa que haga: extinguir la prelatura y sus obras. La confusión, o desliz de Francisco, en una de sus últimas entrevistas (en la 2ª Edición del libro “Operación Opus Dei” publicada el 15 de julio de 2023) queda reflejada en sus propias palabras:
Estas son las palabras que el Papa da como respuesta a la pregunta del periodista en una página del portal «Perfil» [el hipervínculo y el resaltado en negrita es nuestro]:
JORGE FONTEVECCHIA —Mientras el Papa Juan Pablo II llevó el Opus Dei a la Prelatura personal en 1982, usted mediante el documento «Ad charisma tuendum» que le restó poder e independencia en agosto del último año, ¿cambió algo en estos últimos 40 años que lo justifique?
JORGE BERGOGLIO —"No fue restar poder, aquí había un desequilibrio. En el derecho canónico, el Opus Dei estaba entre los clérigos, es decir, dependía de la congregación del clero y en la Constitución apostólica dependía de la congregación de los obispos. Entonces, lo que hice yo es ponerlo en su lugar y nada más, eso no es restar el poder. Sigue siendo una asociación de fieles que, como toda asociación de fieles, depende del Dicasterio para el Clero. Pero el Opus Dei tiene cosas maravillosas de su trabajo, y tiene defectos como cualquier hijo de vecino, que son locales, no universales.
Esta entrevista puede leerse en distintos capítulos ofrecidos por el mismo portal de noticias en Internet «Perfil». En el capítulo que enlazo seguidamente se comienza con esta pregunta tras los créditos iniciales y títulos de unos segundos de duración, aquí.
El Papa Francisco muestra un desconocimiento grave del carisma del Opus Dei. La institución del Opus Dei había sido en su camino jurídico asociación de fieles, Pía Unión en los comienzos, y un Instituto Secular. Pero esa figura no era la ajustada al carácter laical de la organización, y fue solamente adecuada en ese particular momento del íter jurídico de la Obra para llegar a la figura de Prelatura Personal. Al acogerse a la nueva figura de Instituto Secular que la Constitución Apostólica Provida Mater Ecclesia hizo posible —aquí el texto de la Santa Sede—, San Josemaría Escrivá quiso asegurarse que quedaba claro el carácter secular de toda persona que fuera miembro de cualquier Instituto Secular. Seguía el camino para normalizar la vida de los fieles del Opus Dei, que no era más que la de los primeros cristianos, y que no tiene nada que ver con el asociacionismo o con el estado de vida consagrada.
Ante este grave desconocimiento por parte del Papa Francisco sobre la realidad del Opus Dei, la conclusión necesaria es que la reforma que pide el Papa Francisco al Opus Dei «para fortalecer su carisma» no puede venir más que de los que conociendo ese carisma son enemigos declarados de la figura de las prelaturas personales, especialmente el también jesuita y amigo de Francisco, cardenal Ghirlanda —premiado con el cardenalato recientemente decíamos.
Algunos cánones del CDC que desdibujarían la identidad del Opus Dei
¿Serán algunos cánones del CDC (Código de Derecho Canónico) los que borren la personalidad del Opus Dei? Parece que ciertos preceptos del Código de Derecho Canónico podrían diluir la identidad original del Opus Dei. Todo apunta a que se está empujando a la Obra a asumir la forma legal de Asociación Privada de Fieles, y aquí te explicamos algunos de los posibles cambios:
324 § 1. Una asociación privada de fieles designa libremente a su presidente y oficiales, conforme a los estatutos.
§ 2. Si una asociación privada de fieles desea un consejero espiritual, puede elegirlo libremente entre los sacerdotes que ejercen legítimamente el ministerio en la diócesis; sin embargo, éste necesita confirmación del Ordinario del lugar.
325 § 1. Las asociaciones privadas de fieles administran libremente los bienes que posean según las prescripciones de los estatutos, quedando a salvo el derecho de la autoridad eclesiástica competente de vigilar de manera que los bienes se empleen para los fines de la asociación.
§ 2. Conforme a la norma del c. 1301, está bajo la autoridad del Ordinario del lugar lo que se refiere a la administración y gasto de los bienes que hayan recibido en donación o legado para causas pías.
326 § 1. La asociación privada de fieles se extingue conforme a la norma de los estatutos; puede ser suprimida también por la autoridad competente, si su actividad es en daño grave de la doctrina o de la disciplina eclesiástica, o causa escándalo a los fieles.
§ 2. El destino de los bienes de una asociación que se haya extinguido debe determinarse de acuerdo con la norma de los estatutos, quedando a salvo los derechos adquiridos y la voluntad de los donantes".
Continuará.
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